CRISIS Y CAPITALISMO. EL LIBERALISMO ECONÓMICO

Crisis y Capitalismo. El liberalismo económico.

El fundador del liberalismo económico fue Adam Smith principal representante de la Escuela de Manchester donde nace la ideología en la que el mundo de hoy vive y respira: el capitalismo.

En su principal obra “Ensayo sobre el origen de la riqueza de las naciones” escrito en 1776, expuso sus ideas sobre cómo funciona la economía capitalista y a pesar de que sólo estamos hablando del siglo XVIII, es evidente que no se equivocaba al ver un hombre como un individuo que busca sólo el máximo beneficio personal. Sin embargo, todavía mantiene una visión optimista de la Humanidad planteando que las mejoras personales traerían consigo las mejoras sociales. Qué lejos de la realidad!

Los liberales creían en un mercado que se autorregula por sí mismo mediante la famosa “ley de la oferta y la demanda”. Los precios quedarían fijados de forma natural sin la intervención del estado, (librecambismo) según se ajustaran a la  producción (oferta) y las necesidades de los compradores (demanda). Esta libertad económica supone en definitiva un reflejo de la libertad humana fomentada por la Ilustración

Se termina con cualquier obstáculo a la producción, el control de los precios y el sistema de producción gremial. Sin embargo, esto no es tan positivo para la economía como se planteó en un principio, y las cosas empezaron a ir mal cuando se comprobó que el desajuste entre la oferta y la demanda era muy frecuente. Se incrementaba de forma exagerada los precios de algunos productos básicos y las fases de prosperidad económica eran seguidas por crisis cíclicas donde las empresas quebraban y el paro aumentaba.

Las salidas de estas crisis sólo era posible mediante la concentración de  capitales, así sólo las empresas más poderosas eran capaces de afrontar las recesión económica, mientras que las más débiles cerraban sus puertas. Con ello la “ansiada” libertad de mercado se reduce y el beneficio queda en manos de unos pocos.

El liberalismo liberalismo no sólo afecta a la economía. La industrialización y el desarrollo del capitalismo cambiaron las estructuras sociales. La aristocracia fue perdiendo poder frente al crecimiento de una burguesía industrial y próspera, cuyos valores de individualismo, la iniciativa personal y la inversión se fueron imponiendo.

También surge un nuevo grupo social: los obreros, que fueron los primeros en sufrir las consecuencias negativas del capitalismo: el beneficio constante y las leyes de la libre competencia.

Los  beneficios sólo eran posibles si se reducían los sueldos, se ampliaba el horario laboral y se imponían duras condiciones de trabajo como el despido libre. Las reclamaciones de mejoras de esta situación fue el origen del movimiento obrero.

Sin embargo, no todo son aspectos negativos. Es evidente que gracias al capitalismo y el crecimiento económico de estos años, se terminó con gran parte del hambre y carestía que sufría la población de la época. El volumen y la variedad de productos al alcance de cualquiera era desconocido hasta entonces.

Cuestiones:

¿Por qué el liberalismo económico no favorecía a los trabajadores?

¿Crees que la “crisis” económica que sufre el mundo actual va a suponer un empeoramiento de las condiciones laborales como sucedió entonces?