La ruta de la seda es el camino que los comerciantes utilizaron para traer sus mercancías desde las lejanas tierras de Asia a lo largo de más de 5000 kilómetros hasta las aguas del Mediterráneo.
Los extremos de la ruta se sitúan en Alejandría y Bizancio en Occidente y en la ciudad china de Xian en Oriente. Pero este largo camino atraviesa ciudades como Damasco, Bagdad o Samarkanda, cruza el macizo del Pamir y alguno de los desiertos más secos del mundo como los del Gobi y Taklamakán.
A través de ella nos sólo llegaron los lujosos tejidos de seda realizados en China sino también piedras preciosas como el jade, objetos de cristal, alfombras y bellas orfebrería que pronto decoraron los grandes reinos europeos.
Sobre la historia de su origen, sabemos que ya existía durante el imperio romano pero es durante la Edad Media cuando alcanza su máximo esplendor siendo recorrida por conquistadores, aventureros y viajeros de todo tipo.
Vollmer, John. E. (1984), Silk Roads. China Ships. Toronto: Royal Ontario Museum, pàg. 26. |
Los romanos también quedaron impresionados por la calidad de estas telas siendo desde entonces objeto de codicia por los patricios más adinerados.
Los comerciantes compraban estos productos y los transportaban durante largas etapas de viaje; después los vendían a otros mercaderes incrementandose así su precio hasta llegar a su destino.La dureza de la ruta llena de desiertos y los continuos ataques de los ladrones a las caravanas, hicieron de este producto uno de los más cotizados durante la Edad Media.
Pero la Ruta de la seda no tiene sólo un carácter comercial. Sus caminos sirvieron para que entraran en contacto distinas culturas y religiones, convirtiéndose en un importantísimo foco cultural durante siglos. En sus caravanas además de mercancías viajaban técnicas agrícolas y artesanales, ideas y creencias. Gracias a ella se introdujo en Occidente el uso de la brújula, la pólvora, el papel o la porcelana.
Viaje de Zhang Qian hacia Asia |
Favoreció la expansión de las grandes religiones, así por ejemplo, en el siglo VII un monje chino llamado Zhang Qian viajó por estos caminos hacia India en busca de la escritura sagrada del budismo. Allí consiguió recopilar hasta 600 manuscritos, a su regreso el budismo fue adoptado en gran parte de China y junto a ella otras religiones como el Islam.
Durante el siglo XIII, fue atravesada por el famoso mercader Marco Polo que aseguraba trabajar a las órdenes del emperador mongol Kublai Kan en Beijing (Pekín). Enviado como diplomático por la región, recorrió durante varios años la ruta de la seda. Las experiencias de este increíble viaje las recogió en su obra "Descripción del mundo" que es considerado uno de los primeros libros de viajes.
Lleno de relatos fantásticos que los historiadores ponen en duda, pronto se convirtió en uno de los libros más leídos durante la Edad Media.
Lleno de relatos fantásticos que los historiadores ponen en duda, pronto se convirtió en uno de los libros más leídos durante la Edad Media.
Pero tras la caída del imperio mongól a partir del siglo XIV, la ruta es prácticamente abandonada. Sus caminos se hicieron demasiado inseguros y el descubrimiento de un nuevo acceso marítimo hacia Asia por Vasco de Gama le hicieron perder definitivamente su influencia comercial.
No es hasta llegado el siglo XIX cuando de nuevo se recupera esta vieja ruta sobre todo gracias al trabajo de arqueólogos y exploradores. Es entonces cuando se bautizó con el nombre de "Ruta de la seda" por el alemán von Richthofen.
Tan sugerente nombre ha inspirado el viaje de muchos curiosos turistas que son atraídos por su leyenda y la belleza de sus paisajes.
Tan sugerente nombre ha inspirado el viaje de muchos curiosos turistas que son atraídos por su leyenda y la belleza de sus paisajes.
Fuentes:
www.mundo-geo.es
www.artehistoria.es
Manual Geografía e Historia. (Mª Antonia García). Editorial SM
Wikipedia. Imagenes (licencia GNU)
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