Un entierro en la antigua Roma

17 febrero 2013


Desde siempre, cuando alguien fallece se suele realizar un entierro a su medida, pero cómo realizaban el rito funerario en la antigua Roma?

Lo primero que hay que tener en cuenta, es que el ritual vendría marcado por el grupo social al que pertenecía el difunto. 
La sociedad romana era muy desigual, encontrando grandes diferencias de poder y riqueza entre sus miembros. Así los patricios eran los más privilegiado y poderosos, ellos controlaban las grandes magistraturas políticas a pesar de las reformas legilastivas, mientras que los plebeyos no tenían el mismo acceso a la riqueza. 
Estas diferencias se evidencia en los tipos de enterramientos. Las familias ricas podrían permitirse construir grandes sepulcros y mausoleos similares a templos, mientras que el resto debía conformarse con simples estelas funerarias o pedestales. En ellas se suele colocar una inscripción donde aparece una oración a los dioses de los muertos con las siglas D.M.S (Dis Manibus Sacrum), así como el nombre del difunto y su edad. Como hacemos actualmente, los familiares también añadían alguna frase cariñosa para recordarlos.
Fuente. www.uv.es
Otros modelos menos suntuosos, eran los columbarios, una especie de criptas excavadas en la roca con hornacinas superpuestas donde se colocaban las urnas funerarias de grupos familiares o collegia.  Los menos favorecidos tenían que conformarse con ser enterrados en fosas  individuales e incluso colectivas en el peor de los casos.
Columbario en Palmira
En cuanto al tipo de ritual funerario utilizado en la antigua Roma, existe la incineración y la inhumación. Si el cadáver era incinerado se colocaba sobre una pira funeraria que tras la ceremonia era apagada con vino. Los restos son depositados en una vasija o urna, enterrada luego en la tumba. 

Sin embargo, desde el siglo II d.C se hizo más frecuente la inhumación del cadáver. Éste se colocaba en un sarcófagos de madera o piedra que suele estar decorado con escenas de la vida del difunto o mitológicas. Al extenderse el cristianismo, los temas son sustituídos por escenas de la Biblia y los Evangelios.

Pero a pesar de las diferencias sociales, la ceremonia para despedir al difunto era similar en ambos grupos incluyendo varios rituales. Los romanos pensaban que el alma del difunto se escapaba en el último aliento, así el familiar más allegado recogía el último suspiro antes de la muerte. Luego, se pronunciaba su nombre hasta por tres veces para asegurarse de que había fallecido, es la llamada conclamatio
Una vez muerto, el cuerpo es velado durante ocho días. Se lava y perfuma vistiéndolo con las ropas propias según su posición social (la toga) y se coloca en un lecho mortuorio para exponerlo en el atrium de la vivienda familiar con los pies en dirección a la entrada principal, de ahí la expresión "con los pies por delante".
La ley prohibía los lujos en los funerales, pero permitía decorar al muerto con una corona de laurel y dos monedas sobre sus ojos a la manera griega. Estas servirían para pagar al barquero Caronte que debía llevarle por la laguna Estigia hasta la otra orilla, en el mundo de los muertos. Antes de sacarlo de la casa, se le realizaba una máscara funeraria en cera, que luego serviría para hacer un busto del difunto con el que recordarle.

Los miembros de la familia salía formando un cortejo nocturno portando el cadáver, llevaban las máscaras de los familiares difuntos (ius imaginum) y podían contratarse actores, músicos y plañideras que recorrían la ciudad con ellos.Si era una familia patricia y el difunto ostentaba un cargo político, se rezaba una oración pública en el foro, a esta ceremonia se le llamaba laudatio.
Luego se trasladaban hasta la necrópolis situada a las afuera de la ciudad puesto que las leyes romanas prohibían enterramientos dentro de los límites de la muralla. Sin embargo, no buscaban un lugar tranquilo como pudieramos imaginar sino que las tumbas se solían colocar en los borde de las calzadas y caminos. En estos lugares de tránsito los difuntos estarían más cerca de los vivos. 
Fuente: www.foroxerbar.com
Fuente: www.historiayarqueología.com

Así describe Polibio el entierro de un romano...
"Cuando se ha retirado el cadáver de la casa, se le conduce hacia el foro con los restantes ornamentos, delante de la tribuna, permaneciendo todos los asistentes alrededor; si el difunto deja un hijo mayor de edad y se encuentra presente, éste, y si no, algún otro pariente, sube a la tribuna y habla de las virtudes del fallecido y de las gestas que llevó a cabo en vida. Después de este acto entierran el cadáver y, cuando han cumplido los ritos habituales, colocan una estatua del difunto en un lugar visible de la casa, en una hornacina de madera.
En las festividades públicas exponen las imágenes cuidadosa-mente colocadas. Cuando muere algún otro familiar ilustre, también las sacan en el entierro y las colocan encima del rostro de personas que se les parezcan en estatura y en el físico y son conducidos sobre carros precedidos de los haces, las hachas y las demás insignias que les solían acompañar en vida, de acuerdo con la categoría de cada uno y con su actividad política."
POLIBIO, 6,53, 1- 
Los romanos mostraban su dolor durante varios días, colocando una rama de ciprés en la puerta de la casa familiar y celebrando a los nueve días un banquete donde se sacrificaba un animal en honor del difunto (novendalia). El luto familiar duraba unos diez meses durante los cuales no podían realizarse fiestas ni utiliza adornos. 
Como cuenta Polibio, se guardaba en un lugar privilegiado de la casa una busto funerario  del fallecido que se sacaban en procesión en el aniversario de su muerte. Este se convertía en el protector de la familia al que se le rendían honores especiales. 


Fuentes:
Imágen de portada: Walters Art Museum
Manual Ciencias Sociales. Virgilio Fernández Buleto
www.culturaclasica.com 
www.historiaclasica.com




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