Imagen del agujero de la capa de ozono sobre el Ártico |
Un nuevo descubrimiento ha alarmado a los científicos. Según las últimas imágenes satélites tomadas desde enero de 2010, un nuevo agujero en la capa de ozono se ha abierto en el Ártico. En la actualidad, su dimensión es cinco veces la superficie de Alemania, lo que igualaría al que ya existe sobre la zona Antártica.
En este caso, el nuevo agujero ártico puede afectar a las regiones más al norte de Europa, Rusia y Mongolia. Supondría que la población de esas zonas quedarían expuestos a una fuerte radiación ultravioleta y por consiguiente, podrían desarrollar enfermedades como el cáncer de piel o cataratas, además de las graves consecuencias medioambientales que conlleva.
Como sabrás el ozono existe de forma natural en la atmósfera, se forma en la estratosfera y está compuesto por tres átomos de oxígeno. Gracias al ozono, los rayos ultravioletas (UV) no llegan a la superficie de la tierra, pero destruídas las moléculas de ozono, quedamos expuestos de forma irremediable a los rayos del sol más perjudiciales. Esto aumenta el número de caso de cáncer de piel, las lesiones en los ojos (cataratas, pérdida del cristalino) y, sobre todo el deterioro de nuestro sistema inmunológico.
El ecosistema también se ve afectado. Se ha comprobado que bajo la capa de ozono de la Antártida, los organismos acuáticos han disminuído de un 6-12%, y los peces, crustáceos y anfibios sufren alteraciones en sus capacidades de reproducción y en la reducción de su tamaño. Algo parecido sucede en animales y plantas.
Este escudo natural es atacado regularmente por la acción del ser humano, sobre todo debido al uso de aerosoles y sistemas de refrigeración que lanzan a la atmósfera gases perjudiciales para el ozono como los CFC (clorofluorocarbonos).
La acción de estos gases destruye miles de moléculas de ozono, transformándolas en dioxígeno, de forma inmediata.
El daño ya está hecho, no podemos reponer el ozono ya destruído, pero sí parar su destrucción.
¿Cómo?
El daño ya está hecho, no podemos reponer el ozono ya destruído, pero sí parar su destrucción.
¿Cómo?
Los primeros pasos ya se han dado, gracias al movimiento ecologísta y la acción de algunos gobiernos. Se ha conseguido firmar varios tratados que controlan la producción y comercializacón de los CFC. Entre ellos destaca el protocolo de Montreal en 1987-1992, que firmado por 120 naciones, prohibe el uso de los CFC a nivel mundial excepto para usos vitales como los inhaladores de asma y los extintores de los aviones.
Sin embargo, todavía queda mucho por hacer y debemos tomar conciencia sobre la destrucción del planeta.
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Para finalizar, te presento un video que resume muy bien el tema:
Fuentes utilizadas:
Adaptación noticia publicada en www.abc.es
www.ozonoversusvida.blogspot.com
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