Veinte años del golpe de Estado contra Gorbachov: final de la URSS : GEOHISTORIA. Apuntes Historia, Ciencias Sociales y Arte elaborados por Sira Jara

Tanques en la Plaza Roja, 1991

El 19 de agosto de 2011 se cumplió el 20º aniversario del levantamiento del ejército ruso contra el presidente Mijaíl Gorbachov, líder de la apertura de la Unión Soviética al mundo gracias a la llamada "perestroika".

Sin embargo, con ésta acción se precipitó la desintegración de la obsoleta U.R.S.S y el tímido inicio de la democratización de uno de los países más grandes del mundo.

El golpe de estado en la capital rusa no ocultaba la falta de unidad del país. Las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) ya habían comenzado su independencia, y este sería un camino que con el tiempo se demostró imparable.

Según la profesora de Relaciones Internacionales de Europa Central y Oriental de la Universidad Complutense de Madrid, María José Pérez del Pozo: "Sin el golpe, la URSS probablemente también se habría desintegrado. El golpe de Estado lo acelera, la desaparición habría sido más lenta y quizás menos caótica, pero se habría producido igual por las propias condiciones económicas de un país que en la práctica era un estado fallido, inviable económicamente y al borde del derrumbe”

Los rumores de un golpe de Estado eran constantes durante 1991, alegando la mala salud el presidente Gorbachov se había creado un Comité de emergencia nacional. Los golpista, entre los que se encontraban el vicepresidente, Gennady Yanayev, el jefe del KGB, Vladimir Krychkov o el primer ministro, Valentin Pavlov,

aprovecharon que el presidente Gorbachov estaba de vacaciones para llevar los tanques a Moscú, justificando el vacío de poder. Su objetivo era impedir la firma del Tratado de la Unión (con fecha 20 de agosto) que materializaba la independencia de las Repúblicas Bálticas.

Sin embargo, no sólo no consiguen éste objetivo sino que faltaba el apoyo de los altos cargos del ejército y la cohesión de los propios golpistas. Finalmente, los autores del golpe de estado fueron detenidos en el aeropuerto de la capital.

Según algunos analistas, fue un suceso histórico curioso porque consiguió lo contrario de lo que pretendía, supone el final de la Unión Soviética. Todos los golpistas fueron considerados "traidores".

Mijail Gorbachov

Gorbachov había iniciado un profundo proceso de reformas en el país de tradición comunista, intentando unir a conservadores y progresistas dentro de su propio partido. La "perestroika" supone un antes y un después para la Unión Soviética. Las reformas iban en contra de los pilares de la ideología comunista, implantada en el país desde 1917.

Boris Yeltsin

El golpe también supone el final de Gorbachov, de su liderazgo, sustituído por un nuevo líder: Boris Yeltsin, que podemos ver en el vídeo subido a un tanque encabezando la rebelión popular contra los golpistas. Consiguió el apoyo de miles de moscovitas y militares, ésto le supone una posición privilegiada para aspirar a la presidencia del país que consigue en breve.

A finales de 1991 ordenó tomar el control de los ministerios soviéticos y declara al Partido Comunista de la Unión Soviética como ilegal en todo el territorio ruso.

Se disuelve la URSS y se crea la Comunidad de Estados Independientes, formada por Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

El 24 de diciembre, la Federacíón Rusa entra en Naciones Unidas. Al día siguiente, Mijaíl Gorbachov dimite.

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) desaparece.

Gorbachov ha reconocido el “papel decisivo” de Yeltsin y también ha elogiado el coraje del pueblo ruso. “Lo importante era evitar un derramamiento de sangre. Podía estallar una guerra civil. Éramos una potencia con armas nucleares”, ha señalado el exdirigente soviético en una rueda de prensa esta semana.