La vida de los campesinos egipcios viene marcada por las crecidas del río Nilo, que se producían entre julio y octubre cada año, y que permitía fertilizar las tierras con el enriquecedor limo que depositaba en sus orillas. Gracias a este hecho, la agricultura egipcia era unas de las más prósperas de la Antigüedad.
En primer lugar se preparaban las tierras, marcando las linde de los terrenos para evitar pleitos y establecer la base sobre la que pagar los impuestos, y posteriormente se araban las tierras.Después venía la siembra con espelta, lino y cebada, que eran los cultivos más frecuentes. Antes de que llegara la cosecha se ocupaban del riego de las zonas más alejadas del río y el adecuamiento de los canales mediante el trabajo colectivo.
En primer lugar se preparaban las tierras, marcando las linde de los terrenos para evitar pleitos y establecer la base sobre la que pagar los impuestos, y posteriormente se araban las tierras.Después venía la siembra con espelta, lino y cebada, que eran los cultivos más frecuentes. Antes de que llegara la cosecha se ocupaban del riego de las zonas más alejadas del río y el adecuamiento de los canales mediante el trabajo colectivo.
La cosecha solía ser vigilada por los inspectores de impuestos que valoraban la cantidad que iban a solicitar al campesino, en función de lo cosechado También los escribas del propietario de las tierras e incluso el señor solían estar presentes en el momento de realizar la cosecha. Finalmente, el grano obtenido se guardaba en grandes silos.
Además de los cereales, en los huertos se producían todo tipo de productos de regadío como melones, pepinos, alubias, frutas, hortalizas o vides. El vino y la cerveza serán las bebidas favoritas de los egipcios.
Sabemos por los restos encontrados en relieves y pinturas, que los campesinos vivían en pequeñas aldeas donde las casas realizadas de adobe servían de alojamiento. Eran pequeñas vivienda de techumbre plana, utilizadas como terraza y almacén de grano. Incluso hoy en día, las viviendas de los poblados más pobres, siguen el mismo sencillo esquema. Muchos utilizan la azotea para descansar al fresco durante las largas noches de verano.
En el hogar, las mujeres eran las encargadas de fabricar el pan, el vino o la cerveza, así como de confeccionar telas y vestidos.
Frescs de la cosecha y la vendimia Tumba de Nakh, Dinastía XVIII |
EL CAMPESINO ELOCUENTE
Fuentes:
www.egiptomania.com
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