Un grito desesperado

¿Has visto este cuadro alguna vez? Seguro que te suena pero...te gusta?¿Sabes realmente qué quiso decirnos el artista?...
Esta obra es considerada una obra de arte pero quizás dudes de su belleza. Cuando hablamos de Arte tenemos que pensar en algo subjetivo, no todas las obras que los críticos de arte consideran bellas realmente nos lo parecen y en muchas ocasiones, incluso las vemos horribles. 

Hoy vamos a probarlo con este cuadro.

Da miedo, verdad? Esa figura extraña y terrorrífica que parece gritarnos desde dentro de la escena puede atemorizarnos. No suena su voz, pero seguro que somos capaces de escuchar su grito desesperado.

Fue pintada en 1893 por Eduard Munch y se titula "El Grito". y es uno de los máximos exponentes de la corriente artística del Expresionismo europeo de finales del siglo XIX. 
Este cuadro formaba parte de una colección de obras reunidas para ser expuestas de forma conjunta. El tema de las obras sería las Fases del Amor, y en éste sería la última etapa del enamoramiento cuando aparece la angustia ante la pérdida amorosa. El dolor, la soledad y la desesperación llenan la escena.
Si miras bien podrás incluso "escuchar ese grito de desgarrador" que parece salir de la boca del protagonista. Curiosamente, la escena está basada en una experiencia real del pintor, un momento vivido por el propio artista.
¿Qué pudo ocurrirle a Munch para inspirar este cuadro?
El propio artista nos relata así:

"Caminaba yo con dos amigos por la carretera,entonces se puso el sol; 
de repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. 
Me detuve, me apoyé en la valla, indeciblemente cansado. 
Lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado. 
Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo y sentí el grito enorme, infinito, de la naturaleza"...

(Fuente: Grandes pintores del siglo XX. Ed.Globus)

Desde luego la experiencia parece traumática pero es que Munch era famoso por utilizar su pintura como forma de curación de sus fobias personales. Con una personalidad compleja y atormentada, toda su obra pictórica está llena de escenas inquietantes que estremecen al espectador, como sucede con esta obra.

Podemos notar el dolor y la desesperación que sentía el artista, reflejado en el rostro casi cadavérico de la figura central y en la tensión de su pincelada violentas que cubren todo el fondo. El color vibrante e irreal que inhunda la escena nos transmite la visión subjetiva del pintor, su "yo interior" y sirve como un psicoanálisis de su traumátizada mente.

Sea lo que sea lo que el autor vivió en ese puente, nos inquieta y perturba. 

Eso es el Arte. No tenemos que sentir lo mismo que otro espectador, porque en el arte "todo vale". Todos podemos convertirnos en críticos ante una obra, sin ser un experto, y sería lo justo. 
Pero... sí al ponernos delante de un cuadro sentimos su fuerza podemos estar seguros que en ese momento estamos "sintiendo el arte" y eso es lo realmente importante.
La emoción interior es la base de cualquier obra artística.

Munch realizó varias versiones de esta obra y curiosamente algunas de ellas han terminado siendo robadas en los últimos años. Por ejemplo, la versión del El Grito de la Galeria Nacional de Noruega fue sustraída en 1994 y recuperada poco después, mientras que otras como la del Museo de Munch en Oslo estuvieron desaparecidas durante varios años hasta que en 2006 los autores del robo fueron detenidos y devolvieron el original.
Parece que El Grito levanta pasiones entre sus expectadores...

Fuentes:
www.aprendersociales.blogspot.com

www.munchmuseet.no